domingo, 30 de octubre de 2011

Qué dejaron los Panamericanos para Argentina?



"No es que estos son malos, ni mucho menos, es que los otros son muy buenos" Juan Pablo Varsky .

Quizás algunos piensen que la imágen de arriba es la sintesis del torneo argentino en basquet. Quizás algunos piensen que fue un fracaso rotundo. Quizás algunos piensen que no tenemos futuro. Y, lógicamente, seguro algunos piensan que el 7º puesto es un caída rotunda. Sin embargo, el peor error que puede cometer cualquiera, es ser resultadista y pensar de ese modo. SI, el que piensa de esta manera se equivoca. Hay algo más profundo que un séptimo puesto y una derrota por 30 puntos.

Primero, sería bueno juzgar a la confederación y al técnico. Es cierto que se podría considerar que CABB actúo con la soga al cuello, y le tiro un fierro caliente a Tolcachier, ni más ni menos que comenzar con el recambio de la Generación Dorada. Pero también es cierto que se viene tratando de generar este recambio de forma natural, y esta costando más de lo que se podía imaginar. Es normal: la mayoría de estos pibes apenas tiene roce internacional, y tirarles un peso tan grande sobre la espalda siempre es contraproducente. Lo cierto es que, bien o mal, Argentina ya esta pensando en los nombres que se pondrán la camiseta en el mundial 2014. Allí apuntamos.



Párrafo aparte se merece el trabajo de Tolcachier, coach de este combinado de pibes, y foco de la mayoría de las criticas. Sería muy desacertado pensar que tiene "amiguismos" con ciertos jugadores o dirigencias y que eso se notó en el resultado. "Tolca" viene encarando, con la misma filosofía que la Generación Dorada, un proceso muy extenso de recambio, trabajando con las selecciones inferiores en todos los torneos internacionales que estas disputan. Eso es indiscutible. Sin embargo, se le puede reprochar algunas ausencias (Campazzo, Safar, Aprea), algunas decisiones en los partidos, pero principalmente, algunas posturas. En este torneo, no hace falta ser un experto para darse cuenta que el objetivo principal no era lograr la medalla dorada, sino generar roce y sumar experiencia para pibes jóvenes. Se podrían regalar algunos resultados, pero no desperdiciar la oportunidad de darles competencia internacional con la camiseta nacional a los que tendrán que tomar la posta en los próximos años. Por eso es de no entender como se seleccionó como Ala Pivots a tres jugadores muy por debajo de la talla (Romano, Sandes, Espinoza) que si quieren pensar en jugar con la camiseta argentina se tendrían que replantear su posición en la cancha. Tampoco es clara la convocatoria de Alloati, que no ofrece altura, técnica ni mucho futuro.

Yendo a lo estrictamente deportivo, el representativo nacional brindó algunas individualidades que, por lo menos, esperanzan. A pesar de que no contó con dos jugadores que seguro pertenecerán al recambio, como Figueroa y Mainoldi, la selección pudo terminar el torneo con un balance de dos partidos ganados y dos perdidos. Sin contar con ningún goleador natural se pudo encontrar en el juego de equipo, la rotación y los pases las máximas virtudes argentinas para sumar el tanteador. Una buena defensa complementó esta rotación. Sin embargo fue evidente la baja efectividad en tiros de tres y libres y la carencia de rebotes, provocada por la talla de nuestros internos.

Si hay que rescatar individualidades, se pueden ver algunas actuaciones destacables. Laprovittola, base de Lanús, haciendose cargo de muchas ofensivas, evidenciando que tiene muchos minutos en su equipo. El pibe D'elia bancandose a muchos pivots 10 años mayor que él, a pesar de no tener mucho rodaje en la liga y de regalar kilos. Elsener, muy poco tenido en cuenta por el seleccionador, entregando mucho y corriendo la cancha correctamente. Cequeira, a pesar de ser un poco más grande que los antes nombrados, demostrando porque tiene un mundial encima. 



Lo bueno es saber que se puede dar más . Que faltaron algunos e igual se obtuvieron algunas cosas interesantes. Si nos ponemos a pensar los que no fueron: Campazzo, Mata, Figueroa, Mainoldi, Bortolin, Aprea, Orlietti, Safar, Nocedal, Garino, Giorgi, Lauría, Schatmann, Fabi, Aguerre. ¿Qué hubiese pasado con esos nombres en cancha? ¿Cuánto pueden crecer estos pibes en lo basquetbolistico? ¿Vamos a volver a tener el nivel actual? Nada eso se sabe. Con la esperanza que de las derrotas se aprenden y que ninguno de la Generación Dorada pintaba a crack desde muy joven (con excepción tal vez de Scola), hay que bancar a los que se vienen.. Se gana o se pierda, ellos van a dar todo para mantener el prestigio ganado. Y como hincha, hay alentar durante todo el proceso, tener paciencia, saber que es un proceso largo y que de estas caras y de estos apellidos vamos a obtener muchas alegrías o tristezas a lo largo de esta década. 


Saludos!

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